No pudo ser. La lesión y la consiguiente parada en los entrenamientos han pasado factura en la actuación de Marta Domínguez en la final olímpica de los 3.000 metros obstáculos, disputada anoche.

La palentina puso todo su empeño, pero ya en las primeras vueltas se vio que ese sueño de una medalla olímpica iba a seguir incumplido.

Solo el coraje y el pundonor de Marta le hicieron acabar la carrera, en una honrosa duodécima posición, con un tiempo de 9.36.45.

Una lástima que nuestra ejemplar atleta no haya podido llegar a Londres en el momento adecuado de forma, en una prueba de enorme calidad, con ese peculiar duelo ruso-africano.