Todo el atletismo español, y en especial, Salamanca y el resto de Castilla y León, se ha estremecido con el trágico fallecimiento del fisioterapeuta Ángel Basas y de su hijo Carlos.

Si toda muerte hiere en lo más profundo a familiares, amigos y allegados, en este caso,  Ángel Basas era todo un símbolo de bondad y profesionalidad, fue atleta destacado, en triple salto, fue un excelente fisio, sabio y empático, y todo era alegría a su alrededor.

Colaboró, en sus comienzos como fisio, con la Federación de Atletismo de Castilla y León, con Miguel Ángel Salcedo como fisio titular de los Servicios Médicos de la Federación, que dirigía otro legendario sanitario, el doctor Javier Alonso.

Con ocasión de los tres Autonómicos celebrados en la pista cubierta de Salamanca, el pasado sábado, Federación, con su presidente, Gerardo García,  y Delegación, con el delegado provincial, Casimiro Blanco, encabezaron el sentido minuto de silencio, en presencia de dos de sus hijos y de un hermano del inolvidable  Ángel.

Descansen en paz, seguro que desde donde estén seguirán, siempre con una sonrisa, cuidando de los atletas y animando a los entrenadores.

Fotografía gentileza de La Gaceta de Salamanca.