LA ACTIVIDAD DE LA FEDERACIÓN DE ATLETISMO DE CASTILLA Y LEÓN NO SE DETIENE.

En estos momentos difíciles, y con un futuro también difícil, ante la incertidumbre del cuándo y del cómo se va a retomar la actividad atlética, era la hora de poner en común ideas y propuestas, deseos e incertidumbres, para esos anhelados días en que podamos ver a vuestros atletas entrenando con normalidad, primero, y, luego, en competiciones provinciales, autonómicas y nacionales.

A la reunión telemática de los miembros de la  Junta Directiva celebrada en esta extraña Semana Santa, asistieron sus trece componentes, además de Juan Antonio González, que, junto con Josué Aldudo y Leyre Sánchez, docentes en ejercicio, transmitieron la realidad actual y sus opiniones sobre la reanudación de las clases, si es que existe, muy relacionada con la vuelta a los entrenamientos.

La opinión general es que deporte no será, precisamente, uno de los primeros sectores en que la normalidad se restablezca, pero también que al final de este largo y oscuro túnel llegará la luz, y hay que estar preparados.

La Federación tiene elaborados varios supuestos en función del fin del “toque de queda “ para los deportistas, y los límites a los desplazamientos que establezcan los expertos, prevaleciendo, y es lógico, la seguridad de todos los que intervienen en una competición atlética, desde los deportistas hasta los espectadores.

El sentimiento común de los catorce “videoconferenciantes” era que habrá que cambiar costumbres en cuanto a la periodización de la temporada, que el cuarto trimestre de este año va a ser muy intenso, y que la Federación debe intentar hacer el máximo de actividades, para que, sobre todo los atletas que cambien de categoría, no pierdan toda una temporada al aire libre, aun reconociendo que, además de los problemas sanitarios, sobrevuela un grave problema económico, ya que, y es lógico, los esfuerzos de la Administración del Estado y de las Comunidades Autónomas van a ir destinados a los ámbitos sanitario y social.

Aunque nada es igual, en la Federación de Atletismo de Castilla y León hay experiencia contrastada en la difícil labor de gestionar este tipo  de crisis, que ya afectaron al deporte nacional y regional en los años 1993 y 2008.